lunes, 9 de diciembre de 2013

CAPÍTULO 18: La saga "Primpe informa" (4ª parte) - El punto "G" (continuación)




El punto G de los perros: continuación - Primpe y Alba
     
      Hi again, babies:

    ¿Cómo habéis pasado estos días de macropuente? ¡Felicidades a todas las Conchis y las Inmas, por cierto!
En estos días he hecho de todo: desde disfrutar con mis parientes tartessos en el palacio hasta intentar componer este vídeo para vosotros ;) Debéis perdonarme si no estoy del todo a la altura ya que es el primero que hago y me he dado cuenta de que no es lo mismo posar accidentalmente para una fotografía que ser el protagonista de la historia digital de mi punto G, jejejeje...

     A lo que voy: mi princesa Alba se ha ofrecido a contestar algunas de las dudas que fueron surgiendo a raíz del capítulo 17 y aquí está, recién salido del horno y dedicado, especialmente, a los colegas de Facebook que compartieron sus dudas y experiencias: Raquel Pérez Cambra, Fito Jack Russell, Virginia Pastor, Cris MP, Mercè Torres Gomicia, Mj Cm, Alberto Naharro y Noe Gil.

    Gracias a tod@s por seguir mi historia y muchas gracias a ti también, princesita Alba. Estás preciosa y me ha encantado pasar la mañana a tu lado (queda pendiente invitarte a unas chuches ricas).

     Amig@s, esperamos que os guste!
     Un lametón :P


martes, 3 de diciembre de 2013

CAPÍTULO 17: La saga "Primpe informa" (4ª parte) - El punto "G" de los perros

A la izquierda: un culete cualquiera. A la derecha: el mío.

      Querid@s tod@s:

      Le voy cogiendo el gusto a esto de preguntar en la clínica por cuestiones de mi salud y se me ha ocurrido algo que quizás alguna vez os lo habéis planteado vosotros también. LAS GLÁNDULAS DEL CULETE, esas grandes desconocidas. Vaciarlas o no vaciarlas: he ahí la cuestión.
    Fue para mí una experiencia mística misteriosa la del día que Alba, otra de las princesas de mi cuento (vete al Capítulo 15 si no sabes quién es) me vació las glándulas del culete. Yo no sabía lo que me estaba trasteando, pero cuando terminó noté una sensación muy placentera ("¿sería el punto G?"- me pregunté). Luego me di cuenta de que sí, debía de ser el punto G de "glándula" (¡¡¡¡Cómo no había caído!!!!) porque ese gustirrinín tan rico no era normal :D

     Aquello se convirtió en un ritual, primero quincenal y, posteriormente mensual. Yo no entendía lo que significaba, pero madre mía, ¡qué agusto me quedaba! ¿Por qué me hacía Alba "tras-tras-por detrás" cada cierto tiempo? ¿Dónde hay que apuntarse para que te lo hagan todas las semanas? Lulo y Luca me dicen que soy una nenaza y que no debería dejarme hacerlo. "Un verdadero macho debe tener las glándulas bien cargadas", dicen. Yo no estoy del todo convencido (se nota que desconocen lo relajado que te quedas cuando terminas...) y, por eso, le he pedido a Alba que me ayude a explicarles a los macarras de mis colegas por qué es bueno para nuestra salud que nos vacíen las glándulas periódicamente.

      Así pues, aquí va. Espero que os convenza y empecéis a practicarlo.

     Respuesta de Alba a la pregunta: ¿Por qué debemos tener los peludos las glándulas del culete vacías?

     ¡¡Hola querido amigo Primpe!! 

   Me alegra mucho que me hayas consultado tu problemilla. Intentaré resolvértelo con mucho gusto :)

    En primer lugar te explicaré lo que son estas estructuras porque está claro que tú no puedes vértelas, jejeje. Las glándulas anales son dos sacos que acumulan secreciones olorosas y que les sirven a las mascotas en general para marcar (aromáticamente hablando) sus heces. Cuando éstas pasan por el ano una pequeña cantidad del líquido acumulado pasa a través de un conducto y se mezcla con ellas, dándoles un olor que os caracteriza a cada uno de vosotrosEste marcaje facilita que os comuniquéis y este es uno de los motivos por los cuales cuando dos perritos os encontráis os oléis el culete (también puede decirse que "os leéis la matrícula").

   Concretamente en  tu caso, Primpe, lo que pasa es que tienes un carácter muy dominante y territorial, al igual que todos tus familiares los Terrier y, por eso, sois los que más problemas soléis tener en cuanto al vaciado de sus glándulas. Así pues, es de especial interés que vuestros dueños tengan en cuenta una correcta higiene de la zona.

    Debes tener cuidado porque en el caso de que las glándulas no se vacíen de manera natural o periódica, ese liquidillo se espesa y acaba taponando el orificio de la glándula. Puedes llegar a tener muchas molestias que intentarás resolver arrastrando el culete contra el suelo (seguro que has visto alguno que lo hace) y, si esto no se resuelve, se crea un absceso (¡Uy, eso sí que duele!) cuyo tratamiento ya es más serio y complicado.

    Tienes que saber que cuando una perrita está en celo también hay que ser prudente. Sé que tú no convives con ninguna, pero sí que te gustan muchas (a ver si me mandas una foto de Lía y Baia para que las conozca, que ya tengo ganas). Esta situación puede ser la causa de que un macho cierre el conducto que hace que el contenido de las glándulas salga al exterior con objeto de acumular bastante líquido y exponer así su dominancia frente a otros machos. ¡A ver quién tiene las glándulas más llenas!, decís. Con esto quiero decir que las hormonas, sobre todo la testosterona, influye en el funcionamiento de las glándulas.

    Te preguntarás si existe alguna solución radical a todo esto y la respuesta es "SÍ": la castración. Sólo te lo comento para tu información personal porque sé que a Joaquín no le parece una buena idea. No obstante, para no ser tan drástica y evitar llegar a eso, es importante que sepas que, por norma general, con una limpieza normal de la zona anal y un correcto vaciamiento de las glándulas podemos prevenir problemas mayores. Además, una dieta equilibrada y una desparasitación adecuada mejorará, si cabe, esa situación.

    Por último, y ya me voy despidiendo, Primpe, como bien sabes por tu experiencia con María y Joaquín mantener los sacos anales del perro puede resultar una labor complicada de hacer en casa (recuerda el día que el líquido saltó como un misil hasta la pared y lo mal que olía) y por tanto, estoy segura de que en el centro veterinario no tendrán problemas en echaros un cable. Recuerda, Primpe, al menos una vez al mes.

    Un abrazo, precioso, cuando quieras te toco el punto "G"   ;-)